Los problemas psiquiátricos de Luis Roldán, el preso más incómodo del felipismo

Autor: JUAN LUIS GALIACHO

Periódico El Mundo

Hoy, domingo 22 de agosto, Luis Roldán celebra su 61 cumpleaños.Lo hará fuera de la cárcel de Brieva. En un lugar recóndito de Galicia, junto a su actual mujer, Blanca Rodríguez Porto, y los dos hijos pequeños nacidos de su unión con la doctora. El pasado viernes salía de la prisión abulense para disfrutar de sus cortas vacaciones estivales de seis días. Se trata del 36 permiso concedido desde que ingresara en Brieva el 26 de febrero de 1995. «Estoy muy deteriorado. Mi estado es de angustia e incertidumbre, aunque un poco más animado a la espera del recurso que he presentado ante la jueza de Vigilancia Penitenciaria sobre mi situación.Espero que la coletilla que siempre me dicen: «bueno, es que lo tuyo es político», ya no se cumpla más…, pero no me encuentro nada bien. Mi problema no es el aislamiento, es el abandono total que tengo. Por ejemplo, la psicóloga sólo ha ido una vez a verme.Hacen los informes sin visitarme», afirmaba el ex director general de la Guardia Civil a CRONICA pocos minutos después de pisar de nuevo la calle.

Roldán vive hoy uno de sus peores momentos, aunque sepa que a finales de marzo de 2005 cumplirá las tres cuartas partes de su condena, lo que puede suponerle la libertad condicional, una palabra que le ha animado un poco en los últimos días. Está bajo tratamiento psiquiátrico, tiene serios problemas familiares, no le quedan apenas amigos y vive de la caridad alimenticia y dineraria. El único dinero que percibe es el que le pasa su mujer, la médico Blanca Rodríguez Porto, que trabaja como representante de una firma de productos estéticos franceses. Según él, «todo el dinero se lo ha llevado Francisco Paesa».

Este cúmulo de situaciones ha hecho temer por su vida a los psiquiatras que le atienden. Precisamente, ante la alarma pública que podría generar su suicidio, los médicos de Instituciones Penitenciarias han enviado en múltiples ocasiones a Roldán a la Unidad de Salud Mental (USM) del Hospital Avila-Norte. Estos reconocimientos periódicos comenzaron el 18 de julio de 2003 y la siguiente cita señalada es el primero de septiembre.

Instituciones Penitenciarias siempre ha negado este hecho: «Se trata simplemente de una revisión médica para solicitar de nuevo el tercer grado». Sin embargo, uno de estos informes, firmado por el psiquiatra Delio Guerro Prado, es claro: «El paciente reconoce ideas de muerte como una hipotética válvula de escape a su ansiedad». El diagnóstico de los médicos de la Junta de Castilla-León fue rotundo: «Trastorno mixto ansioso-depresivo (F.41.2)».

En los informes psiquiátricos se indica que «se asocia, además, cuadro de ansiedad continua flotante con ataques puntuales de ansiedad y somatizaciones diversas (taquicardia, opresión precordial, abdominalgias y sudoración). Se evidencia también un insomnio de mantenimiento (…). Presenta un temblor fino de reposo, especialmente marcado en extremidad superior izquierda». El ex director general de la Guardia Civil perdió durante este año 10 kilos de peso debido a su falta de apetito.

En uno de los últimos informes de la prisión, firmado por el jefe de los servicios médicos, se indica también que: «En los primeros meses de su ingreso en este Centro necesitó tratamiento hipnótico. En 1996 comienza con sintomatología depresiva que requiere largos periodos de tratamiento y desde 2000 éste se hace continuo, presentando, desde estas fechas, crisis agudas de disminución del estado de ánimo, tristeza, ansiedad e insomnio».


ADIOS AL TERCER GRADO

El derrumbe definitivo de Roldán se produjo en verano de 2003, cuando el Gobierno no le concedió el tercer grado, a pesar de haberle sido concedido por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid y tener ofertas laborales (por ejemplo, para ser enterrador o distribuidor de equipamiento hotelero). Al no alcanzar este grado, la libertad condicional se le esfumó. Finalmente siguió con su segundo grado penitenciario y con permisos de sólo seis días cada dos meses.

Sus carencias afectivas y problemas familiares se han convertido en una obsesión que le provoca angustia y llanto. Para los psiquiatras, «el contenido del pensamiento incluye pesimismo y desesperanza, así como persistentes rumiaciones no delirantes sobre muerte y suicidio».

Así se lo indicaba Roldán a la psiquiatra colegiada con el nº M-10087. «Todo se ha complicado, me denegaron el tercer grado, no tengo fecha (…) al final piensas que lo mejor es terminar.Le doy vueltas a la muerte, ahora la veo como una liberación.Es que ves este panorama y no ves cuál es el día… A mi hijo le digo «muérete un día después que yo» (…) He leído sobre la muerte (…) Me desperté a las dos de la mañana y me vinieron caras de personas que ya no están (…) Me despertaba ya debajo de mi hijo, a gusto…».

Con su anterior esposa, Angeles Cimorra, ha tenido dos hijos: Luis Javier, con una grave enfermedad degenerativa, e Ignacio, fallecido en un accidente de tráfico en 1989, con tan sólo 17 años.

Los doctores también señalan «una pérdida completa de apetito sexual (…) Sus relaciones interpersonales están marcadas por la cautela y la superficialidad, tendiendo a ser distantes y despegadas». En sus manifestaciones a los médicos les decía; «Sólo hablo con confianza con un sacerdote que viene los domingos (…) Hay días que no me apetece nada y paso todo el día en la cama (…) Me turba cualquier acontecimiento, hasta un partido de fútbol».

Sin embargo, según los especialistas, «la capacidad de juicio está conservada (…) Contiene sus impulsos». Quizá este hecho haya justificado el no aumentar los controles sobre él. «Muy al contrario, le han reducido la vigilancia, ya que alguno de los funcionarios de su módulo tiene que hacer al mismo tiempo otros trabajos, por lo que está prácticamente aislado y solo todo el día. Ya lo hemos denunciado y aquí no pasa nada. Es para volverse loco», afirma su abogado, Agustín Guardia.

Los psiquiatras que le atienden ya se lo han advertido a Instituciones Penitenciarias: «Está realizando un gran esfuerzo por contener la gran cantidad de tumultuosidad de sentimientos que vive. La propia imagen e idea de sí mismo también se han deteriorado; visión negativa de sí mismo y del mundo. Se está perdiendo la consistencia personal».

Además, el informe médico oficial también señala que durante estos años ha sufrido frecuentes infecciones en las vías respiratorias altas y que padece dispepsia ulcerosa. En abril de 1998 sufrió una caída que le fracturó «la cabeza radial izquierda», y estuvo inmovilizado durante tres semanas.


UNA DÉCADA EN LA CARCEL

El próximo 26 de febrero cumplirá 10 años internado en Brieva.Es el preso de la hornada del felipismo con menos privilegios y con la más larga estancia continuada entre rejas. Sus compañeros de aventura (Mario Conde, Manuel Prado, Javier de la Rosa y Pascual Estevill) sí que han gozado, en cambio, de determinadas prebendas: salidas, visitas, libertades, pulseras telemáticas…

En la actualidad Luis Roldán se encuentra clasificado como FIES 5. Éstos son los internos con características muy especiales, como los delincuentes internacionales, los que tienen delitos extremadamente violentos contra la libertad sexual y los que han causado gran alarma social. A Roldán se le aplican teóricamente las medidas de seguridad del artículo 65 del Régimen Penitenciario, es decir, cacheos y requisas diarias. Y, por disposición del Ministerio del Interior, hubo presencia policial en el módulo de cumplimiento hasta el 24 de mayo de 2000.

Desde su llegada a Brieva, Roldán se encuentra recluido sin compañero alguno, en un departamento aislado, que consta de cinco celdas vacías, un salón de actividades, un departamento de duchas, un office para comidas, un patio de cemento de 34 metros de largo por seis de ancho, y un gimnasio abandonado donde no hay ni pesas, pero se puede encontrar todo tipo de muebles abandonados y hasta una lavadora.

El salón de actividades no tiene televisión, a diferencia de lo que ocurre en otros módulos y prisiones. No tiene nevera a su disposición y no se le permite la entrada exterior de alimentos.Tampoco recibe llamadas en el módulo, salvo las de urgencia, aunque los funcionarios le avisan de quién ha telefoneado para que devuelva la llamada cuando le corresponda.

La de Luis Roldán es una celda ordinaria, con camastro, mesa, lavabo e inodoro. Su soledad la salva con la lectura de periódicos, revistas, escuchando música, cultivando tomates y, sobre todo, viendo mucho la televisión que tiene en su celda. Ve todos los partidos de fútbol. Es un fiel seguidor del Zaragoza. Salvo excepciones, su trabajo se reduce a la limpieza de su módulo.

En teoría, siempre debe haber un funcionario de guardia con él.Uno de ellos es el encargado del departamento. Precisamente, el primer destino de Roldán en la prisión fue de «ayudante del encargado del departamento», cargo en el que estuvo hasta el 21 de marzo de 2000 y que le sirvió para redimir condena (899 días de reducción ordinaria y 900 días de extraordinaria).

Sin embargo, según ha comentado Roldán a sus letrados, «los funcionarios del módulo, cada vez que realizan el cambio de turno, se limitan a comprobar mi presencia, para a continuación irse y dejarme solo». Según su testimonio, a las horas de desayuno, comida y cena, el funcionario regresa y, tras dejar la bandeja, vuelve a marcharse.

«La anterior situación supone que se le esté aplicando, de manera encubierta, el artículo 10 de la LOGP (régimen cerrado), que por su duración en el tiempo se ha convertido en una auténtica sanción de aislamiento, teniendo ya una duración de más de nueve años. Esto ha supuesto un trato inhumano y degradante que ha repercutido negativamente en su salud psicológica», afirma el abogado Agustín Guardia. «Cualquier petición del interno ha sido rechazada de manera sistemática. Por ejemplo, en un principio se le denegó, por motivos de seguridad, que pudiera tener un reproductor de CD. Posteriormente, Vigilancia Penitenciaria corrigió dicha decisión».

El ex director de la Guardia Civil ha confirmado a CRONICA que se encuentra bastante molesto con el tratamiento penitenciario.«Estoy abandonado. Nadie del Centro viene a visitarme, el director sólo ha venido para felicitarme las Navidades. Malamente se puede hacer un informe de nada cuando no se acude a visitar al evaluado.Hace una semana le escribí a la nueva directora general de Prisiones, Mercedes Gallizo, contándole todas estas irregularidades».

Precisamente, este trato también es tema de análisis con los psiquiatras: «Me dijeron: «Todo lo que pidas se te va a denegar» (..) La aplicación retroactiva de la ley a mi caso y su misma redacción están hechas para hundirme. El modo de tratarme la dirección del Centro añade un plus de dolor y arbitrariedad que me desanima», les dijo en una de sus entrevistas. «No deseo ver a nadie, y eso que los funcionarios que me tratan de cerca son amables y respetuosos».

Sus allegados dicen que es una persona con gran sentido del deber, que quizá adquirió en su paso por la Guardia Civil. Precisamente, según indican los doctores que le atienden, sus mecanismos de defensa contra la ansiedad son «racionalización, control y orden.Teme que aparezca la impulsividad destructiva si sus defensas fallan. Teme convertirse en una persona inútil y desvalida».

Quizá por eso, Roldán ha vuelto a retomar la carrera de Ciencias Políticas que comenzó en el curso 1996-97 a través de la UNED.En la convocatoria de junio de este año ha sacado cinco notables y dos aprobados y se encuentra a caballo entre tercer y cuarto curso. Su delicada situación personal le hizo abandonar temporalmente los estudios aunque, según fuentes de Instituciones Penitenciarias, «nunca ha sido un gran estudiante». Prueba de ello, afirman, es «que Instituciones Penitenciarias le quitó la beca de estudios y el dinero de la matrícula».


AUTODIDACTA

Roldán no es de esa opinión y ha denunciado a la Junta de Tratamiento de Brieva sus carencias para seguir la carrera: «Curso [mis estudios] con grandes dificultades, dado que no es posible mi asistencia a clase, ni dispongo de la posibilidad de videoconferencias, comunicación telemática, convivencias, ni correo electrónico e incluso, en alguna asignatura, ni el programa informático existente, ya que no dispongo de PC ni de su conocimiento. Estudio de manera totalmente autodidacta». Sin embargo, para sus psiquiatras, «utiliza la intelectualización como principal táctica defensiva en las situaciones que percibe estresantes y dolorosas».

Fuentes de Instituciones Penitenciarias han confirmado a CRONICA que «la directora general ya se ha interesado por su situación personal y que va a evaluar a fondo su caso. Es una situación excepcional, no hay ningún otro preso como él en España y vamos a estudiar cuál es su situación y cómo le afecta a su estado de salud y ánimo. La pena privativa de libertad es ya de por sí lo suficientemente dura como para ser agravada por otros condicionamientos», afirman.

Como primer paso para alcanzar su libertad, Roldán deberá satisfacer sus responsabilidades civiles. Según su abogado, «existe una insolvencia parcial, al haber puesto a disposición de la Sala todos sus bienes. En este sentido, Roldán sólo podría cumplir con la parte no satisfecha suscribiendo, cosa que ya ha hecho, la promesa de satisfacerla con las rentas de su futuro trabajo y así poder ir abonando dicha responsabilidad. La cantidad que se ofrece ascendería a la que sea legalmente embargable en la cuantía que exceda del salario mínimo interprofesional».

A finales de semana, Luis Roldán regresará a su módulo abulense, un hogar donde ha pernoctado más que en cualquiera de sus antiguas casas (hoy vendidas). El ex director de la Guardia Civil cumple una condena de 34 años de cárcel, pero con el límite máximo de 20 años de cumplimiento. Con la reducción de pena por trabajo, el 20 de marzo de 2005 habrá cumplido tres cuartas partes, lo que lleva aparejada la posibilidad de libertad condicional. Roldán saldrá a la vida, estará libre.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.